Sin duda que gran parte del éxito empresarial
está dado a partir de qué tan bien planificado y conceptualizado esté el
negocio dentro del mercado de trabajo. No alcanza con tener una visión objetiva
y clara, inmersa en una metodología de avance conjunto de todos los recursos
aplicados en una cultura de motivación y de mejora constante de la gestión
empresarial; sin planificación y conceptualización del negocio todo queda en la
nada la mayoría de las veces.
¿Por qué planificar? Porque planificar limpia
el “camino” del éxito, guía a la Organización en el día a día, evita duplicidad
de trabajo, genera una forma de verificación al instante de las posibles
variables en alguno de los procesos de gestión, genera confianza en los
miembros y permite realizar tareas de fomra más productiva.
¿Por qué conceptualizar? Porque conceptualizar
reconoce nuestras fortalezas y aquellos “problemas” sobre los que trabajar. Nos
muestra las amenazas y oportunidades, nos limita nuestro espacio de acción y
nos abre “ventanas” por donde observar la realidad del ambiente exterior y la
nuestra propia, haciéndonos ver donde estamos parados.
Entonces, ¿por qué se planifica tan poco?
Básicamente porque la planificación supone para muchos una pérdida de tiempo.
Una planificación consistente, viable y lo suficientemente flexible para
amoldarse a los cambios del entorno tiene su costo inicial, y muchos, prefieren
“gastar” todas las energías en aspectos comerciales sin contextualizar su
propia realidad. Y está claro que una buena idea puede generar negocios
inmediatos, pero mantenerlos, aumentar la cartera y dar seguimiento, sin
planificación, es imposible, y he aquí el primer “techo” que encuentran muchas
empresas, sobre todo las PYMES.
La planificación no solamente debe darse en
los nuevos negocios, sino que es necesaria en cualquier proyecto o momento del
ciclo de vida de toda clase de empresa. La planificación es la primera etapa de
la tarea administrativa y como tal debe ser de una solidez mayúscula.
Dentro de los recursos a planificar, los más
“difíciles” son los humanos, quiénes deben trabajar, por cuánto tiempo, qué
tareas deben realizar y cómo se interrelacionarán con el resto del personal son
aspectos claves a desarrollar si se quiere construir una Organización eficiente
desde lo humano.
¿Quiénes deben trabajar? Las personas que
mejor se ajusten a los cargos, para eso será necesario describir y analizar
cada cargo y las funciones inherentes al mismo.
¿Por cuánto tiempo? Si la planificación es
precisa, se puede establecer márgenes de contratación o lapsos de trabajo, sin
que esto suponga el alejamiento de la empresa del empleado, el que puede
continuar en un nuevo proceso o desplazarse hacia otra área empresarial..
¿Qué tareas deben realizar? Las asignadas para
el cargo. A veces el cargo requerirá de aspectos “blandos” cómo la habilidad de
relacionamiento del individuo y capacidad para tomar decisiones (entre muchas
otras). Además fomentar la creatividad e innovación genera autonomía en el
individuo, y ésta, motivación y mayor productividad.
¿Cómo se interrelacionarán con el resto del personal?
Existen condiciones planificadas (formales) y
otras que surgirán naturalemtne (informales). El mayor peso de estas dos tiene
que estar en lo formal (reconociendo la importancia de las relaciones
informales), y he aquí otro aspecto importante para planificar; al empleado se le debe brindar la información sobre el lugar que ocupa en el
organigrama empresarial para que éste establezca la relación formal-necesaria
para el desempeño en consonancia con los intereses de la empresa. Planificación y
seguimiento. Se deben establecer las características del empleado para X puesto,
reclutar con este perfil, en el momento de la selección presuponer como se comportará
el individuo y qué tanto aportará o se adaptará al clima laboral, y se le
deberá luego del proceso de inducción adecuado dar seguimiento, fomentando la
autoevaluación del individuo. ¿Es posible autoevaluar o evaluar sin
planificación? Personalmente creo que no. Y entonces, ¿es posible tener un
sistema empresarial sólido sin una tarea administrativa 100% comprometida con
la causa empresarial? Sobre los aspectos informales, son inevitables y necesarios, contribuyen a la energía y sinergia productiva. En tal sentido se deberá dar seguimiento al comportamiento informal que el individuo tenga entre sus pares, para esto el rol de los líderes es fundamental, ya que el comportamiento humano más puro se da en esos grupos informales (naturales, los que surgen por sí solos) y de este dependerá en gran parte, que tan buen ambiente de trabajo exista a nivel empresarial, como para retener y/o atraer al personal más calificado.
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